¿Te imaginas que cuando eras niña tu mamá te hubiera llevado a una consulta para que te extirparan el clítoris, cortaran tus labios genitales o cerraran parcialmente la entrada de tu vagina?
Pues aunque pueda parecernos increíble, en muchos lugares del mundo tiene lugar una práctica atroz contra las mujeres: la mutilación o ablación genital femenina. ¿De qué estamos hablando? UNICEF nos lo cuenta así en su web:
La ablación o mutilación genital femenina comprende una serie de
prácticas consistentes en la extirpación total o parcial de los
genitales externos de las niñas. Entre otras consecuencias, las niñas
mutiladas padecerán durante toda su vida problemas de salud
irreversibles.
Se calcula que 70 millones de niñas y mujeres actualmente en vida han
sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina en África y el
Yemen. Además, las cifras están aumentando en Europa, Australia, Canadá
y los Estados Unidos, principalmente entre los inmigrante procedentes
de África y Asia sudoccidental.
La mutilación/ablación genital femenina se practica por diversas razones, entre ellas:
Sexuales: a fin de controlar o mitigar la sexualidad femenina.
Sociológicos: se practica, por ejemplo, como rito de
iniciación de las niñas a la edad adulta o en aras de la integración
social y el mantenimiento de la cohesión social.
De higiene y estéticos: porque se cree que los genitales femeninos son sucios y antiestéticos.
De salud: porque se cree que aumenta la fertilidad y hace el parto más seguro.
Religiosos: debido a la creencia errónea de que la
ablación genital femenina es un precepto religioso. La ablación se
practica principalmente a niñas y adolescentes de entre 4 y 14 años. No
obstante, en algunos países la ablación genital femenina se practica a
niñas menores de 1 año, como por ejemplo, en Eritrea y Malí, donde la
práctica afecta, respectivamente, a un 44 y un 29% de estas niñas.
Las personas que practican la ablación genital femenina son
generalmente comadronas tradicionales o parteras profesionales. La
ablación genital femenina es un servicio muy valorado y muy bien
remunerado económicamente, por lo que es fácil inferir que el prestigio
en la comunidad y los ingresos de estas personas puedan estar
directamente ligados a la práctica efectiva de la intervención.
La ablación genital femenina constituye una violación fundamental de
los derechos de las niñas. Es una práctica discriminatoria que vulnera
el derecho a la igualdad de oportunidades, a la salud, a la lucha contra
la violencia, el daño, el maltrato, la tortura y el trato cruel,
inhumano y degradante; el derecho a la protección frente a prácticas
tradicionales peligrosas y el derecho a decidir acerca de la propia
reproducción. Estos derechos están protegidos por el Derecho
internacional.
La ablación genital femenina causa daños irreparables. Puede acarrear
la muerte de la niña por colapso hemorrágico o por colapso neurogénico
debido al intenso dolor y el traumatismo, así como infecciones agudas y
septicemia. Muchas niñas entran en un estado de colapso inducido por el
intenso dolor, el trauma psicológico y el agotamiento a causa de los
gritos.
Otros efectos pueden ser una mala cicatrización; la formación de abscesos y quistes;
un crecimiento excesivo del tejido cicatrizante; infecciones del tracto urinario; coitos dolorosos; el aumento de la susceptibilidad al contagio del VIH/SIDA, la hepatitis y otras enfermedades de la sangre; infecciones del aparato reproductor; enfermedades inflamatorias de la región pélvica; infertilidad; menstruaciones dolorosas; obstrucción crónica del tracto urinario o piedras en la vejiga; incontinencia urinaria; partos difíciles; y un incremento del riesgo de sufrir hemorragias e infecciones durante el parto.
un crecimiento excesivo del tejido cicatrizante; infecciones del tracto urinario; coitos dolorosos; el aumento de la susceptibilidad al contagio del VIH/SIDA, la hepatitis y otras enfermedades de la sangre; infecciones del aparato reproductor; enfermedades inflamatorias de la región pélvica; infertilidad; menstruaciones dolorosas; obstrucción crónica del tracto urinario o piedras en la vejiga; incontinencia urinaria; partos difíciles; y un incremento del riesgo de sufrir hemorragias e infecciones durante el parto.
Hoy, 6 de Febrero, es el día Mundial de concienciación contra esta cruel, denigrante e injustificada práctica contra las mujeres. El Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital
Femenina se celebra cada año para sensibilizar al público acerca de esa
práctica. La mutilación genital femenina, del tipo que sea, se
considera una práctica dañina y una violación de los derechos humanos de
las niñas y las mujeres. La OMS se ha comprometido a eliminar la
mutilación genital femenina en el plazo de una generación, y a ese
efecto realiza actividades de divulgación, investigación y orientación
dirigidas a los profesionales de la salud y los sistemas de salud.